La dificultad de decorar un espacio virgen, supone todo un reto, por eso, los pequeños detalles están presentes para conseguir personalizarlo. Esta increíble pareja, conjugó el buen gusto de un estilo "shabby chic", con la armonía, sin dejar de ser ellos mismos. Cada rincón era especial en si mismo, con detalles emocionantes que eran especiales para cada invitado.
Estas estrellas de crochet, hechas a mano por todas sus amigas, tenían un lugar privilegiado y especial en la celebración.
Rincones entrañables personalizaban el gran jardín.
Al terminar la celebración se repartían conos hechos a mano con arroz o pétalos naturales. También había románticos pomperos que llenaron el momento de miles de pompas de jabón.
Un rincón muy especial destinado al libro de firmas, donde todo tipo de adornos hacían posible unas dedicatorias muy personales. Entre árboles, los invitados podían ver fotografías suyas con los novios en diferentes momentos de sus vidas, sin duda algo que sorprendió a todos. La idea genial de poder llevarte a casa la foto como recuerdo, o bien, pegarla en el libro.
La mesa de los novios, detalle de iniciales de ellos hechas a mano.
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