No obstante, es completamente normal sentir dudas, miedo y mucho vértigo en este proceso. Nadie nos enseña a vivir, ni es fácil adquirir responsabilidades. En esta vida, las cosas van sucediendo casi sin darnos cuenta, y todo va llegando cuando tiene que llegar.
Es muy común confundirse por querer agradar a terceras personas, casi siempre a los padres o hermanos. O querer que tu vida sea como las de esas amigas que ya se han casado. Pues bien, es solo TU momento. Y digo "tu" y no "vuestro" porque primero debes mirar dentro de ti para saber lo que quieres en realidad, más tarde pensaremos en la pareja y en ese "nosotros".
Si en tu interior sabes que a tu lado tienes a tu mejor amigo, a la persona que sabes que te comprende como nadie, que te quiere incondicionalmente o llevas tanto tiempo que no imaginas tu vida sin él, entonces estás preparada para esta maravillosa locura que es casarse.
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